Polvo ven a mí, es un preparado esotérico destinado a atraer a una persona específica hacia quien lo usa.
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El polvo “Ven a mí” es uno de los más conocidos en el esoterismo popular, sobre todo en brujería afrocaribeña, santería, curanderismo y botánicas espirituales. Te detallo todo lo que se sabe:
Es un preparado esotérico destinado a atraer a una persona específica hacia quien lo usa.
A diferencia del “Sígueme, Sígueme”, que busca dependencia u obsesión, el “Ven a mí” trabaja más en la atracción y acercamiento inmediato, ya sea amoroso, sexual o incluso en negocios.
Es considerado un polvo de magnetismo directo, como un “imán” espiritual.
En el amor
Hacer que alguien que se ha distanciado regrese.
Lograr que una persona muestre interés, deseo o atracción.
Fortalecer vínculos en una pareja que se siente fría o distante.
En la seducción
Aumentar el carisma personal y la capacidad de llamar la atención.
Generar magnetismo en contextos sociales o sexuales.
En negocios
Atraer clientes a un local.
Cerrar tratos o lograr que alguien diga que sí a una propuesta.
En velas: se espolvorea sobre velas rojas, rosadas o blancas, a menudo acompañadas de oraciones o invocaciones.
En el cuerpo: se sopla ligeramente sobre la ropa, zapatos o perfumes.
En cartas, fotos o regalos: se aplica en objetos destinados a la persona que se quiere atraer.
En el camino: se coloca en la ruta que la persona recorrerá, con la intención de que al pasar, quede “activado” el vínculo.
En baños y perfumes rituales: se mezcla en agua o lociones para reforzar el magnetismo.
Hierbas afrodisíacas o de atracción: canela, clavo, albahaca, jengibre, rosa, patchouli.
Minerales y polvos esotéricos: imán en polvo, azúcar pulverizada, azufre en algunas fórmulas.
Esencias rituales: aceite “Ven a mí”, miel, aceites de rosas o jazmín.
En prácticas fuertes: polvos de cementerio, huesos o sustancias de dominio (según la tradición palo/santería).
“Sígueme, Sígueme” → obsesión, fijación.
“Amarrao” → sujeción, control absoluto.
“Ven a mí” → atracción magnética, que la persona venga por voluntad aparente.
Aunque se percibe como menos agresivo que otros polvos de dominio, sigue siendo magia de manipulación, ya que busca influir en la conducta de alguien.
Se cree que mal usado puede volverse en contra: la persona atraída puede traer conflictos, dependencia enfermiza o resentimiento.
En prácticas más suaves, se recomienda usarlo como polvo de magnetismo personal, no contra alguien en específico.
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