El Velón ven a mí es un velón ritual muy usado en magia del amor. Se trabaja para atraer a una persona específica o abrir caminos afectivos.
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El velón “Ven a mí” dentro del esoterismo y la magia ritual:
Es un velón ritual muy usado en magia del amor. Se trabaja para atraer a una persona específica o abrir caminos afectivos.
Su nombre lo dice todo: busca que alguien se acerque, regrese o muestre interés, generando acercamiento, deseo y contacto emocional o físico.
La llama: representa la fuerza de atracción, como un imán energético.
El color: normalmente rojo (pasión, amor carnal, magnetismo), aunque en algunas casas esotéricas se ofrece también en rosa (amor dulce, romántico) o en rojo con negro (pasión intensa + dominio, aunque más polémico).
El nombre “Ven a mí”: invoca directamente la energía de atracción; es un llamado espiritual.
Atraer a alguien específico (una persona con la que ya existe vínculo o afinidad).
Reavivar la pasión en parejas en crisis.
Provocar contacto (que llame, escriba, se acerque).
Abrir caminos amorosos si no hay alguien concreto, para atraer pretendientes.
Un velón “Ven a mí” suele trabajarse de forma más ceremonial que una vela normal:
Purificación del velón
Se limpia con agua bendita, colonia (como agua de rosas o agua florida) o infusiones de hierbas (ruda, albahaca, romero).
Unción con aceites
Se unge con aceites de atracción: aceite “Ven a mí”, aceite de sándalo, canela o incluso aceite de oliva con canela en polvo.
Carga con intención
Se escriben en el velón los nombres de la persona que lo enciende y de la persona a atraer (con un alfiler, un palillo o un cuchillo).
A veces también se anota una petición breve: “Que (nombre) piense en mí, que venga a mí con amor y deseo”.
Oración o invocación
Puede ser una oración tradicional (como el Salmo 23, para abrir caminos).
O invocaciones propias del esoterismo: rezos de atracción, llamadas al “espíritu del amor” o a entidades que favorecen la unión.
Encendido
Siempre con cerilla de madera.
Se recomienda encenderlo en viernes (día de Venus, regente del amor).
Se acompaña con incienso de canela, rosa o sándalo.
Miel o azúcar: para endulzar sentimientos.
Fotografía de la persona o un papel con su nombre.
Flores rojas o rosadas.
Cristales: cuarzo rosa (amor dulce), granate o rubí (pasión), amatista (armonía).
Está considerado magia de atracción. Algunos lo clasifican como “blanca” si se busca unión sincera, pero otros lo ven como magia de dominio si implica forzar la voluntad de alguien.
Los esoteristas suelen recomendar usarlo cuando ya existe algún vínculo o sentimientos previos, porque si no, puede traer relaciones poco estables o forzadas.
No sustituye la comunicación, el respeto y las acciones reales en una relación.
Endulzamiento → trabaja la suavidad y dulzura.
Amarres → buscan dominio y control total.
Ven a mí → se sitúa en un punto intermedio: atracción magnética y acercamiento, pero sin ser tan “pesado” como un amarre.
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