
Diosa Némesis es la diosa que garantiza el equilibrio moral castigando la soberbia y premiando la justicia. Era temida, respetada y considerada una fuerza inevitable que recordaba a mortales y dioses que todo exceso tiene consecuencias.
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Némesis (Νέμεσις en griego) es la diosa de la justicia retributiva, de la venganza divina y del castigo contra la desmesura (hybris).
Representa el equilibrio moral y cósmico: castiga a los arrogantes, a quienes desafían a los dioses, a los que rompen juramentos, y a los que gozan de una fortuna excesiva sin piedad ni moderación.
No es “malvada”, sino que encarna la justicia ineludible que pone límites al exceso humano y divino.
Su nombre proviene del verbo griego némein = “distribuir”, “dar lo que corresponde”.
Por eso, Némesis no solo “castiga”, sino que da a cada cual lo que merece.
Las fuentes varían:
Para Hesíodo, es hija de Nix (la Noche), engendrada sin intervención masculina.
Otras tradiciones la hacen hija de Océano y Tetis.
En algunas versiones, se la vincula con Zeus como madre de Helena de Troya (aunque este mito es tardío y secundario).
Se la representa como una mujer alada, símbolo de que nada escapa a su alcance.
A menudo lleva:
Una espada o daga.
Una balanza (equilibrio de la justicia).
Una rueda (la fortuna cambiante y el destino).
Una rama de manzano o de olivo, a veces una corona.
En ocasiones, una escuadra de carpintero o un yugo, símbolos de medida y límite.
Fue venerada especialmente en Rhamnunte, un demo del Ática (de ahí que se la llamara “Némesis de Rhamnunte”). Allí tenía un famoso santuario con una estatua atribuida a Fidias.
El culto estaba muy ligado a la idea de justicia divina contra los excesos humanos.
También se la invocaba en contextos relacionados con el destino, la venganza y el equilibrio cósmico.
Castiga la hybris (soberbia, desmesura) y la adikia (injusticia).
Se opone a la Tiqué (Fortuna) descontrolada: mientras Tiqué concede suerte caprichosa, Némesis equilibra y limita.
En algunos mitos, persigue a Narciso cuando este desprecia a quienes lo aman: la tradición tardía dice que fue Némesis quien lo llevó a la fuente donde se enamoró de su propio reflejo.
Asociada también a la inevitabilidad del destino: ni los dioses podían escapar a su justicia.
Para los griegos, representaba el recordatorio de que ningún exceso queda impune.
Se relaciona con el concepto de sophrosyne (moderación).
En Roma, fue identificada con la Invidia (envidia justa) o con la Nemesis Romana, ligada a la Fortuna y la venganza.
👉 En resumen: Némesis es la diosa que garantiza el equilibrio moral castigando la soberbia y premiando la justicia. Era temida, respetada y considerada una fuerza inevitable que recordaba a mortales y dioses que todo exceso tiene consecuencias.
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