Diosa Hécate es una diosa liminal, triple, lunar y mágica, que se mueve entre lo protector y lo temible, entre la luz de las antorchas y las sombras del inframundo.
115,00€
Hécate es una diosa primordial o al menos de origen muy antiguo, vinculada al mundo pre-helénico y a cultos tracios o carios antes de ser adoptada por los griegos.
Según la Teogonía de Hesíodo, era hija de Perses (titán de la destrucción) y de Asteria (titánide de las estrellas y la noche).
No aparece entre las doce deidades olímpicas, pero Zeus le concedió honores y poder en el cielo, la tierra y el mar.
Hécate es una diosa triple y liminal, asociada a los umbrales y a las fronteras entre mundos. Se la vincula con:
La magia y la brujería (hechizos, necromancia, encantamientos).
La noche, la luna y la oscuridad (aunque no es exactamente Selene ni Artemisa, comparte elementos).
Los caminos y las encrucijadas, lugares que eran sagrados para ella.
Los fantasmas, los espíritus y el inframundo, pues guiaba a las almas.
La protección: también se la invocaba como guardiana de casas, ciudades y partos.
A menudo se la representa como una diosa triple (tres cuerpos o tres rostros) que miran en distintas direcciones, simbolizando su presencia en todas las encrucijadas y su dominio en varios planos.
Lleva antorchas, llaves, cuchillos o serpientes.
Sus animales sagrados incluyen los perros negros (a menudo espectrales), el caballo y la lechuza.
Era adorada especialmente en encrucijadas de tres caminos (trivia), donde se dejaban ofrendas llamadas “deipna de Hécate” (comidas nocturnas, como pescado, huevos, pan, ajo, miel y vino).
Estas ofrendas tenían un carácter de propiciación y protección: se pedía que la diosa apartara el mal y no lo dejara entrar en la casa.
En la vida cotidiana, su culto estaba asociado tanto al temor (como señora de espectros) como a la protección (como guardiana contra brujerías ajenas).
Se la asocia a Perséfone y a Deméter, pues en el mito del rapto de Perséfone es Hécate quien ayuda a Deméter a buscar a su hija y luego acompaña a Perséfone como guía en su ida y vuelta del inframundo.
Comparte aspectos con Artemisa y Selene, formando una especie de triada lunar: Artemisa (luna nueva), Selene (luna llena), Hécate (luna oscura).
Con el tiempo, sobre todo en el período helenístico y romano, fue vista como patrona de la magia y la hechicería, influyendo en la figura de la bruja en la tradición occidental.
En la Edad Media y el Renacimiento, Hécate pasó a asociarse casi exclusivamente con la brujería y lo oculto, aunque en la Antigüedad también tenía un papel benevolente y protector.
Hoy en día es reverenciada en corrientes neopaganas como la Wicca o el hellenismo reconstruccionista, donde vuelve a ocupar un lugar como diosa de la sabiduría oculta, de las transiciones y de la luna.
👉 En resumen, Hécate es una diosa liminal, triple, lunar y mágica, que se mueve entre lo protector y lo temible, entre la luz de las antorchas y las sombras del inframundo.
Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarle publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de sus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas).
Para más información consulte la política de cookies. Puede aceptar todas las cookies pulsando el botón "Aceptar", configurarlas pulsando el botón "Modificar" o rechazar su uso pulsando el botón “Rechazar”.
Para recibir notificaciones sobre nuevas ofertas, promociones y talleres.